El curso
observado se trata de un sexto grado mixto, compuesto por alumnos argentinos de
entre once y doce años, con un total de 16 niños. Si bien cuentan con una
maestra de grado, la maestra de inglés se dedica específicamente al idioma. Cabe destacar que la clase de inglés se conforma de
una mezcla de dos cursos que se dividen por niveles. Los niños mudan al aula
que les corresponde cuando llega la hora de inglés, por lo que si bien se
aprecia una buena camaradería entre los alumnos, la tendencia a buscar a sus
compañeros originales de curso es notoria. Asimismo, tienen a disposición
casilleros personales en los que guardan sus materiales, por lo que junto a las
peticiones de utilizar los servicios, son frecuentes las peticiones para salir
de la clase hacia sus casilleros.
Podemos establecer como una generalidad, que en sexto
ciclo los alumnos tienen entre once y doce años, y ya saben leer y escribir en
su propio idioma, además de haber desarrollado otras habilidades académicas y
sociales.
Estos alumnos dominan
las operaciones lógicas (deducen, formulan hipótesis y emiten juicio
hábilmente) y comienzan a explorar la inteligencia abstracta, por lo que se
percibe un progreso en las habilidades cognitivas de estos niños.
Dado que transitan
de la pubertad a la adolescencia, hay muchos cambios físicos y actitudinales que comienzan a
observarse en esta etapa. Su sentido social se agudiza: son cooperativos y
disfrutan el trabajo grupal, pero también suelen ser muy consientes sobre sus
pares y las opiniones que estos puedan tener sobre ellos: la presión del grupo
surge como un factor determinante en muchas elecciones y actitudes. Con esta
disociación entre el mundo infantil y juvenil ya no quieren ser tratados como
niños, desarrollan un gran sentido de la responsabilidad y tratan de buscar un
lugar intelectual y afectivo dentro de la sociedad adulta.
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